El embarazo provoca muchos cambios internos en el organismo de la mujer. Algunos de ellos afectan específicamente a la salud bucodental de la embarazada.

Los cambios fisiológicos en los nueve meses de gestación pueden hacer peligrar el mantenimiento de una buena salud dental si no se tienen en cuenta.

Algunas de las afecciones que pueden experimentar las embarazadas son la aparición de caries o el empeoramiento de casos de periodonditis. Problemas como el granuloma del embarazo están directamente relacionados con la gestación, aunque suelen desaparecer tras el parto.

Visita el dentista antes y durante tu embarazo

Se recomienda visitar la Clínica Dental, ya que el odontólogo u odontóloga puede detectar y prevenir posibles complicaciones que se generen durante el embarazo. Aún así, lo más conveniente es que el experto pueda evaluar antes de la gestación la salud dental de la futura madre e ir viendo su evolución.

Ten buenos hábitos de salud dental

Una buena higiene puede prevenir la aparición de caries durante el embarazo.

Esto no solo se aplica a las embarazadas, sino al resto de personas que quieren mantener su sonrisa sana. Tras el cepillado de dientes de al menos dos minutos, con pasta con flúor y arriba y abajo, debemos utilizar hilo dental para asegurarnos que no han quedado restos de comida entre las piezas dentales.

Otro paso casi obligatorio en una limpieza correcta es el uso de colutorio bucal, es decir, enjuague bucal antimicrobiano. Nunca debe sustituir al cepillado, sino completarlo.

Evita azúcares

Consumir azúcar en exceso resulta muy dañino para tu sonrisa. Incrementa la placa bacteriana y te hace más vulnerable ante estos ataques. Si añadimos a esto que nos encontramos en cinta, incrementamos la posibilidad de sufrir afecciones como las mencionadas anteriormente.

Enjuágate después de las náuseas

Es especialmente frecuente en el primer trimestre del embarazo experimentar náuseas o vómitos. Por ello es importante enjuagarnos después y evitar dañar nuestras piezas dentales. Sin embargo, debido a la frecuencia con la que puede ocurrir esto, es mejor hacerlo después de ingerir pequeñas porciones de fruta o alimentos como el yogur.

Escoge un cepillado adecuado

Precisamente por esta tendencia a las náuseas, debemos escoger un cepillo adecuado. Para evitar esta desagradable sensación, utiliza un cabezal pequeño.

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