Cuando pensamos en ortodoncia, solemos imaginar brackets o alineadores moviendo dientes para lograr una sonrisa más alineada y funcional. Pero, ¿qué pasa cuando un paciente ya tiene implantes dentales? La buena noticia es que sí es posible combinar ortodoncia con implantes, siempre que exista una planificación precisa y adaptada a las particularidades de cada caso.
Implantes y ortodoncia: dos mundos que pueden convivir
Los implantes dentales son estructuras fijadas permanentemente al hueso mediante un proceso llamado oseointegración. Esto les proporciona una estabilidad excelente, pero también significa que no se pueden mover durante el tratamiento ortodóncico, a diferencia de los dientes naturales, que sí responden al movimiento aplicado por los aparatos de ortodoncia.
Por este motivo, cuando un paciente ya tiene implantes, el objetivo del tratamiento ortodóncico no será desplazar esos implantes, sino reubicar y alinear los dientes naturales alrededor de ellos para conseguir una oclusión equilibrada, una estética mejorada y una función masticatoria adecuada.
¿Qué opciones existen para alinear los dientes con implantes?
Existen varias formas de realizar un tratamiento de ortodoncia cuando hay implantes:
- Ortodoncia tradicional con brackets: Los brackets se colocan únicamente en los dientes naturales, y el experto en ortodoncia trabaja los movimientos con cuidado para respetar la posición fija de los implantes.
- Ortodoncia invisible con alineadores: Los alineadores pueden planificarse digitalmente para mover los dientes naturales sin alterar la posición de los implantes. Su estética y comodidad los convierten en una opción atractiva en muchos casos.
- Uso de mini-implantes ortodóncicos: En algunos casos complejos, puede utilizarse microanclaje temporal para facilitar movimientos dentales precisos.
¿Qué orden sigue el tratamiento?
La secuencia ideal puede variar según cada situación clínica, pero existen dos escenarios habituales:
- Ortodoncia antes de la colocación de implantes: Cuando el paciente aún no ha recibido sus implantes, lo más común es alinerar primero los dientes naturales para preparar el espacio correcto y mejorar la posición antes de colocar los implantes. Esto favorece una restauración estética y funcional más predecible.
- Ortodoncia con implantes ya colocados: Si los implantes ya están integrados, la ortodoncia puede trabajar los dientes alrededor de ellos, siempre con una planificación cuidadosa para garantizar estabilidad y confort.
En cualquier caso, lo fundamental es que el plan de tratamiento se diseñe de forma personalizada, teniendo en cuenta la posición de los implantes, la salud periodontal y la función global de la boca.
Ventajas de una planificación multidisciplinar
Al combinar ortodoncia e implantología es clave que haya coordinación entre el ortodoncista y el implantólogo, ya que cada disciplina contribuye a un resultado más funcional y estético. Esta colaboración permite anticipar movimientos, proteger estructuras fijas y asegurar que tanto la alineación dental como la posición de los implantes favorezcan una sonrisa armoniosa y saludable.
Además, los tratamientos modernos, especialmente los basados en ortodoncia invisible con alineadores, permiten abordar estas situaciones con mayor precisión y confort para el paciente, gracias a la planificación digital y la simulación de resultados antes de comenzar la terapia.
Conclusión
En resumen, sí es posible realizar un tratamiento de ortodoncia incluso si ya tienes implantes dentales, siempre que se plantee de forma individualizada y con una planificación profesional que respete la posición de esos implantes. Ya sea alineando los dientes antes de colocar un implante o moviendo los dientes naturales alrededor de una restauración ya fija, lo esencial es alcanzar una sonrisa equilibrada, funcional y estética.
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