Es posible que en tu última visita al dentista hayas oído algo que te sonó raro:
“Tu hijo tiene molares de queso”.

No, no hay ningún alimento atrapado ahí detrás. Con este nombre tan curioso nos referimos a un problema real y bastante frecuente en niños: el síndrome de hipomineralización incisivo molar (MIH). Detrás de ese apodo se esconde un esmalte más débil de lo normal, que necesita una atención especial.

Sociedades científicas como la SEPA (Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración) y publicaciones divulgativas como su revista Cuida tus Encías han puesto el foco en este tema porque afecta a un número importante de niños y, sobre todo, porque muchas familias nunca han oído hablar de ello.

¿Qué son exactamente los molares de «queso»?

Los “molares de queso” son, en realidad, primeros molares permanentes cuyo esmalte no se ha formado correctamente. En lugar de ser liso, duro y resistente, es:

  • Más poroso
  • Más frágil
  • Con manchas que van del blanco al amarillo o marrón

Con frecuencia, también aparecen manchas u opacidades en los incisivos definitivos, lo que puede afectar no solo a la salud dental, sino también a la estética y la autoestima del niño.

En España, se calcula que alrededor de 1 de cada 4 niños presenta algún grado de MIH. Es decir, no es algo raro ni anecdótico.

¿Por qué aparece este problema?

Aquí viene la gran pregunta: ¿hemos hecho algo mal?
La respuesta, en la mayoría de los casos, es no.

La causa exacta del MIH no se conoce, pero se sabe que el problema surge durante la formación del esmalte, un proceso que empieza antes de que el niño nazca y se extiende hasta los 4 años aproximadamente. En ese tiempo, ciertos factores pueden interferir:

  • Fiebres altas o infecciones virales en la madre durante el embarazo
  • Complicaciones en el parto
  • Enfermedades en los primeros años de vida del niño
  • Posible exposición a contaminantes ambientales

El resultado es un esmalte “débil de origen”, que de entrada ya nace con menos defensas frente a la caries y el desgaste.

¿Qué consecuencias tienen los molares de «queso»?

Estos dientes pueden dar más guerra que otros:

  • Se rompen o descascarillan con más facilidad
  • Son más sensibles a frío, calor o alimentos dulces
  • Tienen más riesgo de caries incluso con buena higiene

Además, cuando los incisivos están afectados y se ven manchas al sonreír, el impacto deja de ser solo “dental” y se convierte también en algo emocional.

Lo importante: llegar pronto y acompañar bien

La buena noticia es que los molares de queso no son una sentencia, pero sí una llamada de atención. Cuanto antes se detecten, mejor se pueden proteger.

Algunos puntos clave a tener en cuenta:

  • Las revisiones a partir de los 5–6 años, cuando erupcionan los primeros molares permanentes, son fundamentales.
  • Si a los 2–3 años los segundos molares temporales ya muestran manchas o esmalte raro, conviene comentarlo con el odontopediatra: pueden ser un indicador de riesgo de MIH.
  • El dentista puede aplicar productos remineralizantes, colocar selladores en las zonas más delicadas y pautar revisiones más frecuentes para ir un paso por delante de la caries.

En casa, también se puede hacer mucho:

  • Mantener un cepillado diario muy constante (mejor tres veces al día, mínimo dos).
  • Utilizar una pasta con al menos 1.000 ppm de flúor y baja abrasividad.
  • Seguir las recomendaciones del profesional sobre pastas o geles específicos (con tecnologías como Pro-Argin™, NovaMin®, TCP o productos remineralizantes como Recaldent® en casos moderados o graves).

La clave está en:

  • Informarse bien
  • Consultar al odontopediatra cuando vemos manchas o dientes que se rompen con facilidad
  • Proteger y reforzar esos molares desde el principio

Con un buen equipo entre clínica y familia, estos dientes tan delicados pueden mantenerse sanos y funcionales durante muchos años.

Si notas manchas, sensibilidad o fracturas en tus molares, pide cita. Analizaremos tu situación y diseñaremos el mejor plan para proteger esos “molares de queso”.

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💬WhatsApp Valencia: 665 579 988

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